Reinventarse no tiene porque ser radical. Muchos negocios pueden continuar puliendo algunos detalles. El tipo de entrega, la fase preventa, la puesta en marcha, piensa detenidamente en cada parte de tus procesos.

Pongamos un ejemplo. En hostelería puede ser que los clientes prefieran sentarse en las terrazas o pedir para llevar. A mi me encanta un restaurante japonés al que iba todos los viernes, echo de menos su sushi y nunca hasta ahora había pedido para llevar. De las cosas que más me apetecen es pasarme por allí y llevarme dos de sus magníficos menús con un "hot dragon", mi plato favorito. Es muy posible que mucha gente haga lo mismo en las primeras semanas después del confinamiento.

Otro escenario. ¿En qué casos va a ir la gente al banco, aseguradoras o notarías? Es posible que nos guste menos desplazarnos, por un tiempo quedará una aversión al riesgo. Las consultas previas telefónicas o por web probablemente aumentarán y lo que ocurra en ellas será mas decisivo en la decisión de compra. Hay grandes oportunidades en departamentos online o call centers.

Es importante volver a la actividad, los primeros días puede que al cuerpo y a la cabeza le cueste pero en cuanto ruedes un poco te sentirás mucho mejor. Asearse o afeitarse, vestirse para el trabajo te ayudará a recuperar una mentalidad ganadora y recuperar un tono positivo.

Ya sea un negocio pequeño o un trabajo que normalmente no harías tómatelo como un principio, un puente que te ayudará a llegar poco a poco más lejos. Los primeros en volver a trabajar liderarán a la comunidad en momentos duros, únete a los luchadores, es momento de salir adelante juntos.